La decisión del cambio generó polémica en los estudios
Bioshock Infinite es una de las obras maestras que tuvimos oportunidad de disfrutar la pasada generación. Su calidad, sus protagonistas entre otras muchas cosas la alzaron por encima del resto. Pero de entre todos los elementos, hubo uno que logró hacer mágica a la obra de Ken Levine, y ese fue Elizabeth.
Esta encantadora chica iba a ser en un inicio un personaje silencioso. La decisión de hacerla habladora durante la historia fue debido a la posible sensación de soledad que podría haberle provocado a los jugadores a lo largo de la historia.
"En ese momento, no estábamos seguros de nuestra capacidad para crear un personaje de ese carácter hablador, por eso profundizamos en ese aspecto. La decisión de darle el don del habla a Elizabeth generó muchos problemas en la oficina por aquel entonces"
Bioshock Infinite supuso el broche final del cierre de una de las mejoras compañías de videojuegos que han pasado por la industria.
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