Por qué las películas basadas en videojuegos jamás serán buenas
¡Anuncios, anuncios y más anuncios! La industria de los videojuegos se basa muchísimo en vendernos humo, prometen película de Uncharted, no terminan si quiera de contratar gente para manejar el proyecto y empiezan a negociar la película de The Last of Us. Quieren hacer una película de Assassin’s Creed, Watch Dogs, Mass Effect, Metal Gear Solid, de Shadow of the Colossus. De prácticamente todo. “¡Suena bien!” drirán ¿Pero saben una cosa? Las películas basadas en videojuegos hasta el día de hoy, han tenido una muy mala reputación. Pero malísima. Todas ellas, pésimas. Tenemos la película de Tomb Raider, Hitman, Far Cry, Doom, Silent Hill, y la gran e infame película de Super Mario Bros. Ninguna de ellas ha estado a la altura de sus contrapartes jugables, ¿quieren saber por qué?
Los videojuegos, son el único medio interactivo que hay. Creo que muchos dejan esto a un lado cuando hablamos de los mismos, pero es que es súper importante, es un factor que determina muchas cosas. Para empezar, el usuario del producto tiene control parcial o total sobre las acciones que se desencadenarán dentro del mismo. Mientras tanto en el séptimo arte, uno tan solo forma parte de la audiencia, tú eres un espectador de la obra. Nuestro medio es “activo”, el cine es pasivo. Ahora, si no entendieron muy bien, vuelvan a leer el párrafo anterior porque esto será muy importante para el punto que trato de hacer aquí.
No puedes interactuar con esto. |
Las películas basadas en videojuegos jamás serán buenas porque ambos medios no son compatibles para nada. Las adaptaciones de libros a películas funcionan porque ambos son medios pasivos. Pero cuando tratas de volver algo pasivo en interactivo o viceversa… es difícil. Claro que varía de caso en caso. Cada vez hay más videojuegos “cinematográficos” que se basan mucho en las cinemáticas y la jugabilidad al parecer está totalmente separada de la historia, por lo cual, si vuelven a esos videojuegos películas… no perderían absolutamente nada de la magia. Hablo de obras como el nuevo Devil May Cry o el nuevo Tomb Raider . Y sin embargo, aún así se sentiría raro ir a ver esas historias en el cine.
El caso más simple como el de “Nop, yo cuando jugué el videojuego me fui por ahí, no por allá”es muy válido. Ahora que ha salido la película de Need for Speed, me veo forzado a hablar sobre esto. Un videojuego de carreras se nutre del jugador porque le deja el control libre a él y te dice “¿por dónde te irás? ¿cómo lo harás? ¿tomarás el atajo? ¿sabrás manejar bien la carrera?” pero a cambio la película es algo predeterminado, no importa cuántas veces la veas, Tobey siempre se irá por cierta dirección. Y lo mismo con cualquier videojuego. Con Hitman aplica lo mismo, el videojuego te propone irte por diferentes direcciones y completar la misión como tú quieras, todo depende de tu inteligencia, pero la película solo toma un camino y jamás cambiará.
El segundo caso es más elaborado, esta es la situación de “Transmitir pedazos de historia a través de la jugabilidad”. Aquí es cuando hablamos de la supuesta película de Metal Gear Solid. El videojuego de Hideo Kojima jamás podrá tener una adaptación buena a película, al menos las dos primeras entregas. El MGS original juega con muchos conceptos que solo son posibles en un videojuego. La tortura de Snake habla a través de la jugabilidad. Si no apretamos con cierta durez los botones y nos rendimos, nuestro egoísmo mató a Meryl. Pero si logramos ser suficientemente fuertes, la salvamos. Mientras que a Snake le están electrocutando, nosotros estamos lastimándonos el dedo, y si logramos salvar a Meryl, nos sentimos realizados con nosotros mismos porque pudimos aguantar la tortura. Y no solo es esa escena. La charla final con Liquid le habla directamente al jugador, le dice “¿Por qué sigues aquí? ¿te gusta matar gente?”, es un meta-comentario hacia los videojuegos, y aunque hay más casos de los que podría hablar, sencillamente esas dos cosas no pueden ser replicadas en la película, perderían todo su sentido.
Y llegamos al tercer caso, y quizás sea el más difícil de explicar. Los sentimientos y experiencias que puedes vivir en un videojuego, no pueden ser replicadas en el cine. La ventaja del medio interactivo es que, como controlas directamente al personaje y por ende las acciones que puede hacer, inviertes más tiempo en él y te relacionas más con el mismo. Esta vez los casos que tomaremos serán The Last of Us y Shadow of the Colossus. Ambos videojuegos los recuerdo mucho por los sentimientos que me transmitieron.
The Last of Us -sobre todo al final de Otoño y todo el capítulo de Invierno- me transmitió unas sensaciones muy abstractas que jamás olvidaré. Sentía indefensión, desesperación y soledad. ¿Saben por qué? porque me sentía débil, cualquier cosa me podría dañar. Ellie es un personaje débil, que apenas y puede utilizar un cuchillo, ahora imaginen controlarla. En la película de The Last of Us nadie podrá sentir esto. Porque nadie tendrá el control de Ellie o de Joel y por consecuente, no tendrán esas emociones. Cada combate que tenía en The Last of Us era un evento para mi, me sentía tenso y nervioso, yo era Joel, tenía que descifrar una manera de escapar, pero no era para nada fácil. Con pocas balas en la pistola y con muchos enemigos. Te la tenías que ingeniar para poder seguir avanzando. Y repito, en la película no será así. Simplemente veremos un caso de victoria por default.
Lo mismo con Shadow of the Colossus. El magnífico videojuego de TeamICO logra transmitir lo que una película jamás podrá. Soledad y Asombro. Y sí, aunque hay directores que pueden llegar a captar esto muy bien, el videojuego les gana por defecto en esto. Al tener control del personaje, viajas por su mundo, y lo que esté viviendo el personaje, lo estás viviendo tú. En SOTC, cuando sales por primera vez a explorar el basto mundo, es una gran experiencia. Todo es muy grande y aterrador. Pero al mismo tiempo transmite una sensación de tranquilidad, de que todo estará bien. Y sin embargo solo eres tú y tu caballo. Sabes que hay 16 colosos esperando en algún rincón. Todo esto combinado da una sensación rarísima de descubrimiento, miedo, soledad y asombro. En la película, solo veremos a Wander ir de lugar a otro matando colosos. No estarán presentes esos viajes largos con Agro hacia lo desconocido. No logrará transmitir lo mismo.
Me gustaría poner más ejemplos, pero espero que ustedes lo hagan en los comentarios. Así que en conclusión, las tres razones por las cuales los videojuegos jamás podrán ser adaptados a películas son estas:
- Los videojuegos le dan el control al jugador y puedes irte por diferentes caminos. En el cine solo eres un espectador de un evento predeterminado.
- Algunos videojuegos van más allá y experimentan con una narrativa solo posible en nuestro medio.
- Los sentimientos, las emociones y experiencias que vives en un videojuego gracias a la interacción, difícilmente pueden ser replicadas en una película.
Se que los grandes productores ni se fijarán en estas razones, solo les importa el dinero y se aprovecharán de los nombres famosos. Pero se que al menos algunos de ustedes, los jugadores, leeran esto. Así que les invito a que reflexionen acerca de estos tres puntos antes de ir al cine a ver una adaptación de un videojuego.
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