La guerra exodinámica - Call of Duty: Advanced Warfare y el exoesqueleto

Un salto en la saga

Call of Duty: Advanced Warfare lleva en el mercado desde hace unas semanas. Desde entonces, los jugadores han disfrutado de múltiples combates multijugador que se han saldado con victorias y derrotas a partes iguales. La particular y desmedida saga de Activision irrumpe de forma anual en el mercado ofreciéndonos una entrega bélica que apenas innova, aunque en el caso de este nuevo título han intentado dar un paso más.

Con el exoesqueleto Advanced Warfare rompe la jugabilidad clásica de la saga. Basándome en mi propia experiencia (después de unas cuantas largas horas de juego), el primer detalle que se observa en las partidas es la reducción del "camperismo" hasta un límite que parecía insospechado. Los shooters siempre han estado repletos de gente campera niños ratas sin vida social que han sido capaces de amargarnos más de una racha de bajas. Esta novedad rompe algo que parecía irrompible, cambia la jugabilidad y nos empuja a recorrer los escenarios, saltar más amenudo y dejar las esquinas para los hongos y las setas.

Lo que salta a la vista con tan solo dar un par de saltos es el absurdo parecido a Titanfall, pese a que los chicos de Sledgehammer Games nos digan que su título ha tenido un ciclo de desarrollo de 3 años. Saltos infinitos y, aunque echemos en falta a los titanes como animales de compañía, la jugabilidad abre camino basándose en el título anteriormente nombrado, sin calcarla demasiado y, volvemos a repetir, rompiendo la tónica que había asentado la compañía en su particular entrega bélica.

Call of Duty tiene tantos seguidores que podrían hacer una nación con todos ellos y tardaría 5 minutos en irse a la mierda debido a la deficiencia mental de algunos de éstos, con esto podemos destacar que cada cambio que realiza el estudio tiene que ser meditado, estudiado y puesto en escena de un modo sustancial. El exoesquleto funciona, es divertido, aunque NO es algo completamente nuevo, y nos empuja a saltar más de lo que estábamos acostumbrados en Call of Duty.

Pero, ¿cómo ha aceptado esta novedad el público?, ¿era un cambio necesario?. La saga necesitaba un cáliz de vida, y más después la bazofia de Call of Duty: Ghosts (eso no hace falta ni tacharlo). Es evidente que esta nueva entrega ofrece ese toque de vida a la compañía y le permite enmendar algunos errores, aunque, un cambio así no siempre es aceptado por el público de una forma correcta.

Algunos han criticado esta medida, de ahí a que podamos jugar a los típicos modos con la jugabilidad clásica de la saga. De todas formas, y llegando a una conclusión definitiva y sin darle más vueltas al asunto, la idea del exoesqueleto es muy acertada y debería suponer un punto extra de motivación para los demás estudios que, bajo el gran jefazo de Activision, deberían plantearse nuevas medidas si quieren demostrar que sus juegos bélicos estarán a la altura, ya no solo en cuanto a apartado visual nuevo, sino en cuanto a posibilidades jugables.

¿Es entonces un acierto el exoesqueleto?. Sí, sin ninguna duda.