Pensar en un Bioshock, hecho por Ken Levine, a día de hoy es como pensar en un cuadro de Leonardo da Vinci, ambas se comparan y se rigen en el mismo arco de calidad. Las obras diseñadas por este "creador" nos dejaron uno de los mejores títulos que hemos tenido oportunidad de probar esta generación. Bioshock 1 trajo consigo las mejoras imágenes y momentos que pueden recordar muchos jugadores frente a una pantalla con sus consolas, y no es de extrañar, pues la propuesta tan original y cautivadora con la que se nos presentó esta obra fueron motivo suficiente para arrastras millones de fans en todo el mundo. Pero ahora, frente a nosotros, volvíamos a tener la dura prueba de catalogar un nuevo Bioshock y de comprobar si realmente Ken lo había vuelto a hacer, si había vuelto a conseguir elaborar una trama profunda y bien estructurada, ¿lo ha logrado?. Bueno, no sé para vosotros que significa superar a su predecesor, pero si tenéis alguna duda de lo que significa este termino solo tenéis que leer lo que os voy a contar sobre BIOSHOCK INFINITE:
Una historia con mucho que contar
Con un inicio que se asemeja algo al del Bioshock 1, agua, mar un pequeño faro en medio de la nada, si bastante parecido si retransmite la verdad, nos embarcamos en una historia con el "único" fin de saldar nuestra deuda. Pero esta vez no deberemos irnos a lo más profundo del océano, esta vez deberemos subir a lo más alto del faro para descubrir nuestro inminente destino. Durante los primeros compases, nos damos cuenta de que la obra, en un inicio, sigue manteniendo esa aura de oscuridad, de tensión, de sorpresa, esa constante sensación en la que estamos pensando una y otra vez que algo malo nos va a ocurrir, y más cuando se ve sangre por todos los lados, pero todo es se disipa cuando tenemos la oportunidad de visitar Columbia por primera vez, pues es aquí donde unos mismo se da cuenta de que el ambiente y el contexto de la obra cambian en su totalidad.
No voy a destriparos más parte de la historia, dado que es realmente gratificante de observar por uno mismo, pero cuando por fin das el salto al cielo, cuando estás ahí, observando el inmenso e infinito cielo azul y ves Columbia hasta donde te alcanza la vista piensas "gracias Ken, lo has vuelto a hacer". El sistema de juego sigue siendo igual de entretenido que siempre, cuando tengáis la oportunidad de mover al personaje os abordará un sentimiento de vuelta al pasado, apenas hay variaciones del Bioshock 1 al Infinite, y en este apartado se os hará realmente fácil adaptaros si habéis jugado a su pre-cuela.
Plásmidos, armas... elije como acabar con tu enemigo
La variedad de armas con la que contaremos para hacer frente a los enemigos gozará de una amplitud más halagadora que en Bioshock 1. Todas estas podremos potenciarlas ,como ya ocurría en entregas anteriores, y si lográis alcanzar su tope tendréis a vuestra disposición a uno de vuestros mejores aliados. Los plásmidos volverán a hacer acto de presencia, pero esta vez algo distintos.
Encontraremos algunos de estos nuevos y originales, con varias funciones en algunos de ellos, por ejemplo, el plasmido de fuego te permitirá la posibilidad de colocar "minas" en el suelo, por llamarlo de algún modo, estás serán realmente efectivas y os sacarán de más de un aprieto. Este sistema ha evolucionado de forma muy gratificante, encuentro una mayor utilidad en los plasmidos, son mucho más potentes, me quedé realmente sorprendido cuando mandé por los aires a unos cuantos enemigos con mi plasmido de fuego, muy efectivos si sabes emplearlos con cabeza, ya que la barra, que recargaremos son una energía llamada sal, se agotará en un abrir y cerrar de ojos.
¿Dónde está la dificultad?
La línea argumental narrada y tratada en el juego está igual de bien planteada que siempre, cuenta con ese toque de misterio que envolvía a su predecesor (cuando hablé siempre de predecesor o me refiera a una entrega anterior a Bioshock Infinte siempre estaré refiriéndome al primer título que salió). En esta obra los tiros y las situaciones de emoción e intensidad se multiplican, os toparéis con constantes peligros, momentos de acción, situaciones de tensión, todo en un combinado que forma una historia que atrapará al jugador del mejor modo posible desde los primeros compases de partida.
Enemigos, enemigos a doquier que hallaremos a nuestro paso para complicarnos las cosas todo lo que esté en sus manos. No voy a nombrar a ninguno de ellos ya que estaría creando un spoiler de forma indirecta, y como a nadie le gusta que le destrocen el hilo argumental de ningún juego, y mucho menos de este, no voy a seguir hablando de la variedad de estos. Lo que si alegaré será su inteligencia artificial, pues habrá situaciones en las que te buscarán, te rodearán e irán a por ti sin titubear, en su máxima dificultad plantearán un reto no demasiado difícil, pero habrá ocasiones en las que os pondrán las cosas realmente crudas.
Como ya he dicho anteriormente, la historia está muy bien planteada y estructurada, pero si hay algo que pierde esta obra es dificultad. Cuando pensábamos en un Bioshock se nos venía a la mente poca munición, dinero a cuenta gotas... incluso miedo, pero en esta ocasión no será así, pues pese a que usaremos munición hasta aburrirnos, también dispondremos de esta tanto como queramos, así como del dinero, aunque en esta ocasión perdamos una suma de monedas que a la larga picará a los jugadores cada vez que muramos, no se hace de querer tanto, y en este título el bien metálico pasará a un segundo plano.
Elizabeth, esa encantadora chica
Un elemento que no se me puede olvidar mencionar, ya no solo por su encanto particular y sus ganas de vivir, si no por todo lo que la engloba, es Elizabeth. Este personaje nos acompañará durante gran parte de la historia, y será un constante apoyo para nosotros. Como ya he mencionado anteriormente, esta nueva entrega de la saga Bioshock perdía dificultad, y parte de la culpa se la debemos de otorgar a esta preciosa chica. Elizabeth estará constantemente detrás de nosotros, brindándonos munición, sanando nuestros heridas..., si, es un modo distinto de jugar al que se planteaba en anteriores entregas de Bioshock, pero personalmente creo que se abusa de este personaje en ocasiones, y lo peor de todo es que no podremos prescindir de esta adorable chica en ningún momento.
Dejando esto de un lado, es una maravilla el trabajo realizado en ella. Inteligente, se mueve con astucia, nunca nos causará un problema (o si...). Cuando nos presentaron la idea de llevar una compañera a nuestro lado todos pensamos en que se convertiría en un lastre, pero no, gracias a la magia de una IA esplendida, tendremos a nuestro lado una compañera que en más de una ocasión nos ayudará a salir airosos de los retos planteados en nuestra aventura.
Columbia, una delicia para los ojos
La ciudad de Columbia retransmite vida, belleza y sensación de profundidad cuando la recorres. Pese a que no permiten al jugador explayarse demasiado paseando por las preciosas aceras de esta ciudad flotante, si que te brindan la oportunidad de caminar "tranquilamente" en algunas partes de la historia. Si tenéis la oportunidad, recomiendo firmemente que hagáis un recorrido por las calles de Columbia mientras el ambiente esté calmado, ya no solo por encontrar los extras que hallaréis por el mapa, si no porque es un regalo para la vista observar como una ciudad flotante vive en un ambiente que recuerda a los del principio del siglo viente.
La belleza visual que envuelve a la obra es magnífica. La iluminación está muy lograda y, apoyándose en una ciudad flotante que roza el límite del cielo, luce de forma exquisita. Algunas de las textura son algo pobres, pese a eso la saga Bioshock toca techo en muchos de sus apartados visuales.
Pero si hay algo que destacar es su giro rotundo en el aspecto visual. Rapture era magnífica, eso lo tenemos todos claro, pero el ambiente y el aura, así como el aspecto visual eran el polo contrario a esta obra. En Columbia veréis un infinito cielo que nos aburriréis de tener a vuestro al rededor, una ciudad flotante rebosante de vitalidad y muy detallada, personajes muy logrados y conseguidos, todo en un combinado para formar una de las mejores obras en lo que llevamos de año. Las animaciones son realmente gratificantes de ver, las explosiones, los plasmidos al utilizarlos, todo luce más que notable y acompañan a mejorar más aún este título. Habrá momentos con los plasmidos que impactarán mucho al jugador, sin ir más lejos, esperar a observar cuando bebáis el de fuego o el de hielo, simplemente increíble.
En lo que al apartado sonoro se refiere estamos ante una buenísima composición dichos elementos. Además de contar con unos sonidos tan positivos como los de las armas, todo lo que ambienta a la ciudad en general, que es muy gratificante y retransmite vida a nuestro paso, tenemos que sumarle una banda sonora que envolverá al jugador de principio a fin. Sinceramente, habrá momentos en los que tendréis las emociones a flor de piel. Las voces de los protagonistas están completamente en español y están dotadas de una personalidad muy halagadora, es realmente entretenido pararte durante unos instantes y escuchar las variadas conversaciones que irán acaeciendo conforme vayamos avanzando en nuestro particular recorrido por Columbia.
Un obra mágica y única, pero con fallos
Ken Levine lo ha vuelto a hacer, nos plantea una historia completamente nueva, el polo opuesto a lo visto en Rapture y con otro planteamiento de juego completamente distinto. Vale que tiene fallos, como la evidente reducción en la dificultad, pero la magia de Columbia y su magnífico hilo argumental conseguirá atrapar al jugador de un modo que logrará que todo lo negativo pase a segundo plano. En los años venideros solo espero una buena salud mental de Ken para que tenga la oportunidad de realizar otra obra tan trabajada y magnífica como hemos visto en BIOSHOCK INFINITE.
JUegazo!!!! juento con Bioshock 1 el mejor de la saga. y no olvidar su DLC. SAludos
ResponderEliminarCuando tenga la oportunidad de obtener el DLC, haré un análisis detallado de él
Eliminar